miércoles, 9 de noviembre de 2011

Que me digan que es mentira
Recién miraba un programa de televisión donde le preguntaban a un televidente que se pretendía ganar un premio: “¿De quién era asistente Sancho Panza? Y el joven pampa contestó: “Del Zorro”.
Mi hija me mostró un “Tweet” donde se veía chiquitita la foto de Aníbal Fernández y uno de sus mensajes importantes: “Ya voté por las Cataratas, hacelo vos también…”
Díganme que es una broma, que yo no vivo en un país así; que es mentira que ahora el gobierno pone plata y candidato, para que uno del riñón de Macri no gane las elecciones en Boca.
Que la única manera de comprar alguna mercadería a un precio decente es ir al Mercado Central, que me queda un poco lejos de Mechita, y los que más lo necesitan ni siquiera tiene auto para poder llegar hasta allá.
Por favor convénzanme de que no hay arquitectos que dejan caer un edificio de casi ochenta años cuando hacen una excavación al lado, porque no saben que esos edificios están casi apoyados en barro cocido.
Por favor, que alguien me cuente que dos días después de que mueran chicos y grandes en una combi que cruza la vía cuando viene el tren, porque el imbécil que maneja tiene auriculares puestos y no escucha ni los gritos de las futuras víctimas; no es cierto que se matan más chicos porque un camión hace chocar a otra combi que viene casi a 130 kilómetros por hora.
Que alguien me diga que no es cierto que la autobomba que cruzó en rojo y se estampó contra un colectivo, además del auto que se clavó en el medio, no tenía descompuesta la sirena y venía tocando bocina.
Cuéntenme que no es cierto que la justicia de mi país permite que un chacal que mató de un balazo a un joven trabajador que acababa de estacionar el auto para que bajen su mujer embarazada y su hijita, puede decidir no estar en la sala donde se lo condena a cadena perpetua, que no tiene que mirar a los ojos a la esposa de su asesinado, que tiene hasta esa ventaja.
Que alguien me diga que así no es mi país.