lunes, 27 de junio de 2011

Soy de River,permiso
Soy de River ¿le causa gracia? Porque la verdad es que he leído tantos correos tontos, enviados por gente que trabaja con ellos, ofendiendo amigos, conocidos y clientes, por reírse, a veces con chistes guarangos, de amigos, conocidos, clientes y potenciales relaciones, enviando tontamente la misma estupidez a todos sus contactos. Es lo más antimarketinero que existe. He recibido correos “a todo los contactos” de gente que trabaja en los medios y se queja de que no le va bien, ¡ahora me doy cuenta porqué!
Yo estoy orgulloso de River, no de este equipo, estoy orgulloso de que mis hijos y mis nietos luzcan la camiseta de River en el alma. No pienso polemizar y a nadie le respondí con agravios, pero quiero que algo quede claro; yo no le falto el respeto a nadie, y me defiendo cuando me lo faltan. Aquellos que dicen: “Bueno che, es solo fútbol”, nunca entenderán nada. Nunca pisaron una pelota y tiraron un caño, nunca escuharon el canto de un cancha llena, la más grande, la más llena, hasta cuando Simeone nos dejó últimos, con una recua de ineptos que le compró Aguilar, el ladrón a encarcelar, el del discurso lindo, el corrupto, el peor. Después vino Pasarella, prometiendo lo imposible. No habla nunca, no porque sea soberbio como se dice; no habla porque es un ignorante que no sabe expresarse, y el que no se puede expresar, a mi escaso entender, no puede elaborar un pensamiento. No habla por ignorante que creyó que porque había sido el Gran Capitán, se comía los chicos crudos, y un chico nos mandó a la B.
Pero esto se va a solucionar, ya hay jugadores que están en el exterior, que quieren volver, y es cierto. Ramón Díaz también quiere volver y sin importarle el dinero. Quiso cuando asumió "el ignorante", pero éste, como no quería figuras que lo opaquen, como le pasa a los ignorantes y mediocres, no lo dejó volver a River.
Cuando los delincuentes de siempre rompían y robaban afuera del Monumental, esos mismos que roban en los paros de trenes cuando rompen Retiro, y se meten en su casa a desvalijarla (porque entre cuarenta mil, mil de esos siempre hay en cualquier parte), cuando éstos hacían lo único que saben, decía, se habríó el portón de la concentración y salió el Loncho Ferrari en su Mecedes Benz, y atrás otros en sus 4X4. Entre tanto, mi hijo, que paga la cuota religiosamente, trabaja para seguirlo a River “en las buenas y en las malas”, a Córdoba, a Mendoza, a Rosario, o donde sea, corría por esas calles desprotegidas por la inepta policía federal, y ganada por los mismos delincuentes de siempre. No fue la hinchada de River la que hizo eso, fueron los delincuentes que hay en la hinchada, como los hay en todas las hinchadas, como los hay en lo partidos políticos y caminando ahora por su vereda.
River va volver. Es más: River está, lo confirma el hecho de que tapó la trastada que Scioli volvió a comerse con su pusilanimidad, tapó la presentación bochornosa del candidato político a la vicepresidencia por la cadena nacional, tapó que otros se fueron a la B, nadie habló del parricida ladrón y sus posibles cómplices amparados por el gobierno cómplice. En fin, nadie habló de otra cosa que de River. Y el hincha lo sigue amando y seguirá llenando el Monumental. Eso es ser grande.